Andrew Bird, el violinista folk

Esta semana me deshacía en alabanzas con el último disco de The Shins. Pues bien, hay otro album aparecido recientemente, que también merece todo mi respeto y admiración. Se trata de "Break it yourself" la última perla cultivada del cantautor y violinista norteamericano Andrew Bird. El artista de Chicago ofrece un disco precioso, más luminoso y agradable que sus anteriores entregas. Sin dejar de lado el toque folk, es tal vez un poco más experimental que "Noble Beast" (2009), pero siempre accesible. En Break it yourself dan cabida el blues, el rock y el pop indie. Especialmente potentes son sus dos singles "Eyeoneye" y "Danse Carribe", aunque el resto del disco tiene otras bellas canciones, si cabe aún mejores como "Desperation Breeds", "Give it Away", "Lazy Projector", "Near death experience experience" o una de mis debilidades, "Lusitania". Canciones que van "in crescendo", sustentadas en el violín y la  bonita voz de Bird, y por esa habilidad hecha arte que es el silbar. Delicioso catálogo de canciones para estos tiempos de tanto ruido. Uno de esos discos que da gusto escuchar. Precioso.